viernes, 14 de noviembre de 2008

Para Patricia

Otro cuento relataba a unos pajaritos, decía así: Los pajaritos son muy madrugadores, ya apuntando los primeros rayos del día empiezan ellos a piar dando alegría al ambiente fresco de la mañana.
Buscan su comida muy temprano, pues la noche ha sido larga y están hambrientos. Ya comidos y tranquilos contemplan a los niños que juegan en la calle, siempre pendientes a la caída de algún trozo de galleta o trozo de bocata para picotearlo.
A los pajarillos les gusta mucho las galletas.
Había una vez unos jilgueros junto a el arroyo próximo a un cortijo, los pajarillos formaron con mucho esmero un primoroso nido entre una zarza que cubría el agua . Pusieron los huevecillos muy pequeñines y a los pocos días salieron unos preciosos pajarillos que alegraban con su cántico los parajes de aquel lugar.
Las plumas son preciosas, tienen colores, amarillo, rojo, azul, negro y blanco, que bonitos son.
!Ha! ¿Y el guau ? Si vieras el perrillo chiquitillo, solo comía la teta que le daba su madre. Era blanco y tenia un lunar en la frente, cuando dormía parecía una bola de nieve.
Su juego favorito era correr con una pelota que intentaba atrapar con la boca, pero era muy pequeño y no le cabía .
Un día fue a su casa una niña pequeña con su mamá , la niña se llamaba Patricia y quiso jugar con el perrito y empezó a saltar de alegría corriendo sin parar a su lado haciéndole caricias. Cuando se marchaba la niña ,el perrito ladraba diciéndole “ no te vayas, no te vayas juega conmigo”

Por llamarle algo "cuento"

Quiero contar un cuento, que a todas mis hijas relataba cuando fueron muy pequeñas, tan pequeñas que de no haberlo sido no me hubiesen dicho que se lo volviese a contar. Mis nietas siguieron la misma costumbre y a mi me ilusionaba mucho, cada vez que lo contaba, como era puro invento, trocaba algunos animalitos y ellas me corregían.
Decía así: Había un conejito muy pequeño en el campo que jugaba con sus hermanitos por el prado cubierto de fresca hierva.
Su casita tan pequeña dormían pegaditos uno al otro. Un día pasó una tortuga junto a su casita y dijo, conejito vienes a dar un paseo al arroyo; juntitos los dos emprendieron camino, pasaron junto a un corderito que mamaba a su madre y al verlos les preguntó, ¿ queréis que vaya con vosotros? !claro que sí !; junto los tres bajaban dirección al arroyo. Al verlos llegar, dos ranas que tomaban el sol, saltaron de alegría viendo a sus nuevos amigos. La tortuga llegó al arroyo y se bañó en la charca, el corderillo bebió agua ,mientras jugaban las ranas con el conejito corriendo tras de una mariposa que saltaba alegre haciendo piruetas .
La madre del conejito estaba preocupada por la tardanza en volver su hijo. Salió en su busca, y al llegar al arroyo contempló con alegría los juegos que estaban realizando, saltando y bailando ante la pasividad de la tortuga.
Volvieron cada uno a su casa y colorín colorado.